Nobuscamos la libertad sino la felicidad. San Agustín. No buscamos la libertad sino la felicidad. Aunque es cierto que la libertad es condición imprescindible para la realización personal. Hay una libertad que nadie puede arrebatar al hombre: distinguir entre el bien y el mal. El mundo se ha vuelto triste, peor, agónico.
SanAgustín nació en Tagaste (actualmente Shouk Ahras, Argelia) en el año 354. Era hijo de Patricio, un pagano romano oriundo del norte de África que terminó convirtiéndose al catolicismo, y de Mónica, una católica devota a la que Agustín describe con todo lujo de detalles en sus Confesiones y que acompañó a su hijo a lo largo de su
Lamuerte no es el final. San Agustín. La muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado. Yo soy yo, vosotros sois vosotros. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo. Dadme el nombre que siempre me habéis dado. Hablad de mí como siempre lo habéis hecho. No uséis un tono diferente. No toméis un aire
SantaMónica no quería ver a su hijo para nada de eso. Ella lo quería para Dios. Cuando sintió que San Agustín estaba en las manos de Dios, no quiso perder tiempo viéndolo servir a Dios. Algunos días después expiró. Es una gran santa y su último gran lance de la vida es narrado por un gran santo.
SanAgustín. Cada vez es más raro escuchar las palabras pecado o arrepentimiento. Por eso mismo la palabra misericordia también ha desaparecido de nuestro vocabulario habitual, como sucede con
SanAgustín de Hipona, el más grande de los Padres de la Iglesia, nació en Tagaste (Argelia) el día 13 de noviembre de 354. Fue hijo de Santa Mónica y Patricio y se educó en la Fe de su madre. El día de San Agustín de Hipona, Padre y Doctor de la Iglesia, se celebra el 28 de agosto, que coincide con el día en cual su alma se alzó al
LaOración de San Agustín. La oración de San Agustín, "La muerte no es nada", es una de las oraciones más conocidas en la iglesia católica. La oración dice así: "La muerte no es nada. Solo he pasado al otro lado del camino. hasta que llegue la hora de cruzar. Esta oración se basa en la creencia cristiana de que la muerte no es el final
Relatode la muerte de la madre de San Agustín. Por. San Agustín-22 junio, 2013. 4649. Facebook. «Hijo, por lo que a mí respecta, ya nada me deleita en esta vida. Qué es lo que hago aquí y por qué estoy aún aquí, lo ignoro, pues no espero ya nada de este mundo. Una sola cosa me hacía desear que mi vida se prolongara por
Agustínde Hipona nació en la provincia romana de Numidia en el 354 d.C., y murió en el año 430. El contexto histórico en el que se efectúa su pensamiento se caracteriza por la progresiva formación y consolidación del cristianismo como religión dominante en la cuenca mediterránea. El cristianismo se iba imponiendo en el Imperio romano
SanAgustín nos decía en una oración “la muerte no es nada, sólo he pasado a la habitación de al lado” y “¡si conocierais el don de Dios y lo que es el Cielo!”, entre otrasSanAgustín es, además, el Padre de la Iglesia que ha dejado el mayor número de obras. Su biógrafo, Posidio, dice: parecía imposible que un hombre pudiera escribir tanto durante su vida. En un próximo encuentro hablaremos de estas diversas obras. Hoy nuestra atención se centrará en su vida, que puede reconstruirse a través de
SegúnSan Agustín, la muerte no es el final de la vida, sino un paso hacia una existencia eterna. Él creía que el alma es inmortal y que después de la muerte, el alma se encuentra con Dios. En su obra "La Ciudad de Dios", San Agustín argumenta que la muerte no es algo que deba temerse, sino que es simplemente una transición hacia una
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